Luego de la movilización obrera del 17 de octubre, el gobierno y la oposición acordaron el adelanto de las elecciones para el 24 de febrero de 1946
La situación se apaciguó, aunque no sin sobresaltos. A través del Decreto Ley Nº 33.302, el gobierno reajustó los salarios para compensar el alza de la inflación, hizo obligatoria la indemnización en caso de despido o enfermedad, y estableció el aguinaldo. Pero a fin de año, la UIA se negó a hacerlo, se produjeron entonces una serie de huelgas. Los empresarios organizaron un lock-out patronal de tres días. En este marco se desarrollarían las elecciones: las disputas políticas se expresarían en el terreno de la lucha de clases definiendo nuevamente las fuerzas sociales que se enfrentarían en el terreno electoral.